HA significa “Sol” y THA significa “Luna”.

El Hatha Yoga es, por definición el yoga de los contrarios y del equilibrio.

Es la unión de opuestos, el espacio de confluencia de distintas energías, que además son complementarias.

Otra manera de traducirse "Hatha" es "fuerza", y puede entonces relacionarse con la manera en que esta disciplina trabaja con -y a través de- el cuerpo como medio vehicular de la energía, fortaleciéndolo, aportando en él flexibilidad, aunque también ligereza. 

Los efectos de la práctica de Hatha Yoga no sólo suceden en el plano de lo corpóreo, sino que a lo largo del tiempo y mediante una práctica sostenida, se trabaja el compromiso, la constancia, la apertura de nuestra mente para aprender a escucharnos y brindarle atención a todos nuestros potenciales.

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La práctica de Hatha yoga nos permite sumergirnos en nuestra respiración como experiencia de autoconocimiento, atravesando los límites de nuestro cuerpo y llegando a planos más sutiles de la mente. Nos acerca a una energía Universal que nos comprende a todxs.
Es un viaje donde buscamos explorar todos nuestros aspectos, el femenino y el masculino, el lado derecho del cuerpo con el lado izquierdo, restablecer la conexión mente-cuerpo, equilibrar cada uno de nuestros chakras.
Es una práctica donde constantemente buscamos la unión.

No hace falta más que ganas para comenzar este viaje, y que nos encontremos
 dispuestxs a entregarnos a un trabajo espiritual que parte desde el cuerpo y nos propone  lograr una mejor calidad de vida, de salud, de mente, de expandir nuestros corazones.
 

A lo largo de la práctica entonces, vivenciamos distintas asanas (posturas), trabajamos con el control de la respiración (pranayama), para luego brindarnos un momento de relajación consciente (pratyahara).